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En un instante, el ensueño de Jagger se disolvió cuando se encontró quieto y fresco bajo la sombra proporcionada por el alto dosel. La gota de lluvia ocasional golpeaba su nariz y su frente. A medida que uno se convertÃa en unos cuantos, Jagger se concentró en el susurro que lo sacó de su ensoñación segundos antes. Estaba moviendo las hojas alrededor de la parte posterior de un árbol talado. Sonaba como algo pequeño... algo del tamaño de un bocado.
Con su ojo bueno, Jagger miró a su hermana. querÃa ver si ella también notó el sonido. Cuando miró hacia atrás, vio que ella ya estaba atrapada en el arbusto ofensivo y se movÃa lentamente hacia él sin hacer ni pÃo. Por supuesto, ella ya estaba en movimiento. Geraldina siempre habÃa sido la más atenta de las dos.
En un instante, el ensueño de Jagger se disolvió cuando se encontró quieto y fresco bajo la sombra proporcionada por el alto dosel. La gota de lluvia ocasional golpeaba su nariz y su frente. A medida que uno se convertÃa en unos cuantos, Jagger se concentró en el susurro que lo sacó de su ensoñación segundos antes. Estaba moviendo las hojas alrededor de la parte posterior de un árbol talado. Sonaba como algo pequeño... algo del tamaño de un bocado.
Con su ojo bueno, Jagger miró a su hermana. querÃa ver si ella también notó el sonido. Cuando miró hacia atrás, vio que ella ya estaba atrapada en el arbusto ofensivo y se movÃa lentamente hacia él sin hacer ni pÃo. Por supuesto, ella ya estaba en movimiento. Geraldina siempre habÃa sido la más atenta de las dos.
En un instante, el ensueño de Jagger se disolvió cuando se encontró quieto y fresco bajo la sombra proporcionada por el alto dosel. La gota de lluvia ocasional golpeaba su nariz y su frente. A medida que uno se convertÃa en unos cuantos, Jagger se concentró en el susurro que lo sacó de su ensoñación segundos antes. Estaba moviendo las hojas alrededor de la parte posterior de un árbol talado. Sonaba como algo pequeño... algo del tamaño de un bocado.
Con su ojo bueno, Jagger miró a su hermana. querÃa ver si ella también notó el sonido. Cuando miró hacia atrás, vio que ella ya estaba atrapada en el arbusto ofensivo y se movÃa lentamente hacia él sin hacer ni pÃo. Por supuesto, ella ya estaba en movimiento. Geraldina siempre habÃa sido la más atenta de las dos.
Pachycephalosaurus
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